La contaminación atmosférica no solo nos puede matar, también nos motiva a cometer crímenes

Comportamiento inusual

Un par de estos estudios pertenece a Sefi Roth, del London School of Economics. Por un lado, en 2016 el autor halló una relación entre la contaminación y el bajo desempeño en los exámenes. Así, analizó varios grupos de estudiantes que estuvieron realizando exámenes durante varios días y los comparó con datos de qué tan contaminado estuvo el aire en esas fechas. Coincidencialmente los grupos a los que les fue peor les tocó los días con peor estado del aire.

Poco después, en 2018 junto a su equipo tomó datos de criminalidad en Londres. Con esto, se dio cuenta que en los días más contaminados hubo mayor cantidad de delitos menores (por ejemplo, vandalismo). Además, hicieron seguimiento a las nubes de aire contaminado que se mueven con el viento por la ciudad. Justo en los lugares donde se posaba, los niveles de criminalidad subían; tanto en barrios ricos como en barrios pobres.

No obstante, otro autor cree que esto es más grave. Jackson Lu del MIT tomó los datos de criminalidad de nueve años de 9.000 ciudades de Estados Unidos. Así, encontró que en las ciudades más contaminadas se presentaban más casos de asesinato, violación, agresión, robo de vehículos, robo de domicilios y atraco.

Además, Lu también hizo una prueba con varios voluntarios. Les mostró fotos de ciudades altamente contaminadas y les pidió que se imaginaran cómo sería vivir allí. Se demostró que la sola imagen mental les provocó un aumento de los niveles de ansiedad. Ante esto, el investigador explicó que la ansiedad modifica el comportamiento y nos puede hacer tomar decisiones más agresivas o menos éticas.

Otras investigadoras como Diana Younan también afirman que los ambientes contaminados afectan el comportamiento especialmente en la adolescencia.

Todos coincidieron en la posible razón de por qué esto ocurre. El hecho de que respiremos aire contaminado puede afectar la cantidad de oxígeno que llega al cerebro. A final de cuentas, esto cambia la forma como nos comportamos y puede terminar siendo un factor más para tomar una decisión apresurada. Eso sí, hay otras causas, pero esta podría ser solo una más.

La contaminación atmosférica no solo nos puede matar, también nos motiva a cometer crímenes