El medio ambiente está en la peor situación desde que la humanidad habita la Tierra. Un millón de especies de plantas y animales están en riesgo de extinción, según dijeron científicos el lunes en el primer reporte global de Naciones Unidas sobre biodiversidad.
Se estima que en la Tierra hay 8 millones de especies animales y vegetales. Por lo tanto, 1 de cada 8 especies están amenazadas de extinción y muchas podrían desaparecer «en las próximas décadas».
Todo se debe a la actividad humana, según el informe, que es el resultado del análisis más exhaustivo realizado hasta la fecha sobre la disminución de la biodiversidad y los peligros que genera la civilización. Aunque aún no es demasiado tarde para arreglar el problema. Para eso, la ONU reclama un «cambio profundo» de la sociedad para reparar el daño a la naturaleza.
La pérdida de especies se está acelerando a un ritmo cientos de veces mayor que en el pasado, señaló el documento. Más de medio millón de especies terrestres «tienen un hábitat insuficiente para su supervivencia a largo plazo» y es probable que se extingan, muchas en cuestión de décadas, a menos que se restauren sus hábitats. Los océanos no están en mejor forma.
«Sin darse cuenta, la humanidad está intentando asfixiar al planeta vivo y el futuro de la humanidad«, dijo Thomas Lovejoy, biólogo de la Universidad George Mason, quien no participó en el reporte de la ONU. «La diversidad biológica de este planeta ha sufrido un duro golpe, y esta es de verdad nuestra última oportunidad de arreglarlo todo», agregó.
Científicos de todo el mundo expertos en conservación se reunieron en París para presentar el informe, que supera las mil páginas. Es el más completo realizado sobre biodiversidad hasta la fecha. El resumen del informe tuvo que ser aprobado por representantes de sus 109 estados miembros.
Para realizarlo, la Plataforma Intergubernamental de Política Científica sobre Biodiversidad y Servicios de Ecosistema (IPBES, por sus siglas en inglés) incluyó a más de 450 investigadores, que trabajaron con 15.000 informes científicos y gubernamentales.
Entre los resultados se destaca que al menos 680 especies de vertebrados han desaparecido desde el siglo XVI y están en peligro más del 40 % de las especies de anfibios, un 33% de los arrecifes de coral y más de un tercio de los mamíferos marinos. Una estimación provisional sitúa en un 10% el porcentaje de especies de insectos amenazados.
El 75% del entorno terrestre está «gravemente alterado» por la actividad humana, mientras 66% del marino también está afectado.
Algunos países más afectados por las pérdidas, como las pequeñas naciones insulares, querían incluir más en el informe. Otros, como Estados Unidos, fueron cautos con el vocabulario empleado, aunque admitieron que «estamos en problemas», indicó Rebecca Shaw, científica jefe del Fondo Mundial de la Naturaleza, que hizo de observador en las negociaciones finales. «Esta es la llamada más firme que hemos visto para revocar las tendencias en la pérdida de naturaleza», afirmó Shaw.
Las conclusiones no hablan solo de salvar plantas y animales, sino de preservar un mundo en el que cada vez es más difícil vivir para los humanos, señaló Robert Watson, el científico británico y exdirectivo de NASA que dirigió el informe.
«Sin duda estamos amenazando el potencial de seguridad alimentaria, seguridad de acceso a agua, la salud humana y el tejido social» de la humanidad, continuó Watson. Los pobres en países menos desarrollados cargan con la mayor parte de las consecuencias.
La argentina Sandra Díaz, copresidenta de ese estudio, destacó que «el deterioro ha alcanzado niveles inéditos en la historia humana» y agregó que «la vida sobre la Tierra tal y como la conocemos se acerca peligrosamente a un punto de inflexión».
Mapa con la pérdida de biodiversidad por región con respecto a un medioambiente intacto (AFP).
La información facilitada este lunes son solo las principales conclusiones de un informe de más de 1.500 páginas que se publicará completo más adelante este año, pero la experta argentina es tajante: «¿Cuánta más evidencia necesitamos para darnos cuenta de que no podemos seguir así?»
La situación en Argentina
Consultado por Clarín, Manuel Jaramillo, director de la Fundación Vida Silvestre, opina que «lamentablemente el informe no sorprende», ya que el año pasado, el WWF (Fondo Mundial para la Naturaleza) alertó con cifras muy similares. «Obviamente este nuevo informe, por ser de las Naciones Unidas, tiene mayor amplitud e impacto en las decisiones de los gobiernos«, admite.
Respecto a la situación en nuestro país -comparada con el escenario global- comenta que hubo un proceso «aún más intenso» de pérdida de especies y una reducción muy fuerte de la cantidad de individuos de las especies. Lo atribuye a la transformación de los ambientes naturales para producir agricultura y ganadería, que desplazó a muchas especies.
El venado de las Pampas, una especie amenazada.
«En relación a la pérdida de ambientes naturales, Argentina tiene una gran tasa de deforestación. Diría que estamos entre los primeros 10 países que más convierte sus ambientes naturales», dice Jaramillo.
Respecto a los animales en riesgo, menciona al venado de las pampas, el yaguareté, el pato serrucho, el macá tobiano, los ciervos nativos de la Patagonia como el huemul o el pudú. También el cardenal amarillo, que es muy buscado como mascota.
Los artrópodos son a los que más impacta un cambio de temperatura. «Para un insecto, que pierda 5 grados puede determinar que sus huevos nunca eclosionen», señala. «Con las plantas pasa lo mismo: una pequeña diferencia en la temperatura puede generar o no que la planta florezca», sigue Jaramillo.
El yaguareté es una especie en riesgo de extinción (EFE/Fundación Vida Silvestre Argentina).
Entre las especies en riesgo, se refiere a los árboles muy cortados para la madera como los apachos (altamente amenazado) y el algarrobo (vulnerable). Otros ejemplos son el palo rosa y las araucarias.
¿Hay una solución posible en nuestro país? «Se están haciendo cosas, pero la magnitud del problema demanda mucha mayor urgencia y mucha mayor amplitud en la acción. Es como si tuvieramos a un enfermo en terapia intensiva, y tenemos que sacarlo», ejemplifica.
«Nuestra ley de bosques se ha implementado en un 10%, pero hay que implementarla en un 100%. Tenemos un proyecto de ley de presupuestos mínimos para la conservación de los humedales. Tiene que salir. Tenemos compromisos llevados al Acuerdo de París para reducir nuestras emisiones: tienen que transformarse en realidades. Y tenemos que promover las energías renovables», sigue Jaramillo. «Nuestra generación es la que tiene más posibilidades de generar un cambio real y que podamos verlo», concluye.
5 formas en las que el humano está reduciendo la biodiversidad
1) La conversión de bosques y prados en ciudades o desarrollos urbanísticos. La pérdida de hábitat deja a plantas y animales sin hogar.
2) La sobrepesca en los océanos del mundo. Un tercio de las reservas de pesca del mundo están sobreexplotadas.
La biodiversidad sigue disminuyendo en todas las regiones del mundo (IPBES).
3) Se permite que el cambio climático derivado de la quema de combustibles fósiles haga el planeta demasiado cálido, húmedo o seco para que sobrevivan algunas especies. Casi la mitad de los mamíferos terrestres -sin incluir los murciélagos- y casi un cuarto de las aves vieron sus hábitats golpeados con dureza por el calentamiento global.
4) La polución de tierra y agua. Cada año se vierten en las aguas del planeta entre 300 y 400 millones de toneladas de metales pesados, disolventes y residuos tóxicos.
5) Se permite que las especies invasivas arrebaten el hábitat de plantas y animales nativos. El número de especies invasivas por país subió un 70% desde 1970. Hay una especie de bacteria que amenaza a casi 400 especies de anfibios.