Psiquiatría animal

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Autor: Henri Ey

La Hipnosis animal  León Chertok

Los fenómenos de hipnosis animal han sido objeto ya de numerosos experimentos, los mas antiguos de los cuales se remontan a tres siglos. […] Porque es el caso que los problemas planteados por la hipnosis animal pertenecen tanto a la fisiología como a la psicología. Se enlazan así con la cuestión fundamental de las relaciones entre lo físico y lo moral, y presentan, por consiguiente, un interés directo para los estudios psicosomáticos modernos. […]

“Experimentum Mirabile Kircheri”

…la sumisión y la imaginación de la gallina para dar cuenta del fenómeno, Kircher inaugura en cierto modo la explicación psicológica de la hipnosis animal.

Por lo demás, Kircher consideraba que en este experimentum mirabile el animal se encontraba “cautivado” por influencias magnéticas. En sus últimos trabajos llegaba inclusive a invocar la noción de un “magnetismo universal”. Es sabido el favor que habían de conquistar las ideas relativas al magnetismo a fines del siglo XVIII, con Mesmer, y durante la primera mitad del siglo XIX. En esta época se utilizaban naturalmente pases para producir la hipnosis animal, que obtenía así una explicación fluida.

Un siglo de experimentos

Czermak publicó sus trabajos en 1872/73. Emite en ellos la hipótesis de que, mediante estas diversas manipulaciones, se conduce a los animales, al estado de hipnosis, vecino del sueño. Se trata según el de un estado de inhibición que implica modificaciones del sistema nervioso. Relacionó con estos fenómenos el experimento que había efectuado dieciséis años antes.  

Preyer,(1873) […]prosiguió los trabajos de Czermak. Logró hipnotizar gorriones, conejos, cobayos, ratones y ardillas, agarrándolos bruscamente y soltándolos progresivamente. Su interpretación difiere de la Czermak. […]No ve en esta inmovilidad una especie de hipnosis o de sueño: los animales llegan a ella súbitamente, y no por grados, y manifiestan en ocasiones, inmediatamente antes, escalofríos, palpitaciones y una respiración irregularSe trata, en su opinión de un estado de parálisis producido por el miedo. […]

Danilevski (1878) hizo experimentos con animales diversos[…]. Practicaba en ocasiones en los animales la ablación de los hemisferios cerebrales. Pensaba en 1881, que la hipnosis animal era el resultado del MIEDO, que se producía un “shock emocional hipnótico” al mismo tiempo que la inhibición de los reflejos de defensa”. […] El hipnotismo consiste aquí, según él en una especie de parálisis de la voluntad, en la que el animal, a consecuencia de un constreñimiento continuo, acaba renunciando a la lucha ante una fuerza superior. Es más completo en los animales superiores, en los que el sentimiento de impotencia es más fuerte. […]

Danilevski cree que la hipnosis animal es del mismo carácter que la hipnosis humana y que se basa, como ésta en la sugestión . No se trata, por supuesto, de sugestión verbal, sino de un proceso equivalente.

Max Verworn (1898) […]considera que la hipnosis animal se explica por un mecanismo de reflejo tónico; éste consiste, por una parte, en una excitación de la zona de los reflejos de postura, que provoca una contractura tónica, y por otra parte en una inhibición de la zona motora cortical[…]

Citemos además a Beard de Estados Unidos, quien publica en 1881 un trabajo sobre el trance y los estados “transoides” en los animales inferiores. Se pueden obtener por medio del miedo, de pases magnéticos, de la fijación ocular, de una luz viva, de la música. Beard otorga una importancia particular a la mirada como medio de comunicación entre seres vivos. […]Se basa este método en la sumisión completa del animal a su dueño. El domador la logra por medio de manipulaciones físicas, de su mirada y de su voz. No ha de mostrar el menor signo de miedo. Beard concluye que es el miedo, y no el amor, lo que somete. […] [1]

Los trabajos de Mangold (1914), […] representan una contribución considerable al problema de la hipnosis animal. […]

Los estudios de Mangold tenían por objeto responder a las dos preguntas siguientes:

  1. ¿Puede acaso considerarse la modificación del comportamiento en el animal como un estado original, distinto de otros estados fisiológicos al que deba aplicarse, por consiguiente una denominación particular?

[…]

Mangold responde asimismo afirmativamente a la segunda pregunta. La definición dada de la hipnosis animal es igualmente valida, en efecto, en el caso de la hipnosis del hombre, con la sola diferencia de que la “suma de los estímulos aferentes” está constituida en el animal por excitantes mecánicos y en el hombre, en cambio, por influencias psíquicas.

[…]

Pavlov ve asimismo una analogía entre la hipnosis animal y la humana. Ha descrito la hipnosis como un estado intermedio entre la vigilancia y el sueño. […]La hipnosis comprende tres fases llamadas hipnoides, esto es: la fase de igualación, la fase paradójica y la fase ultraparadójica. En la primera, todos los excitantes condicionados, fuertes y débiles, actúan de modo igual. En la fase paradójica, en cambio, el excitante fuerte provoca una reacción débil, y el excitante débil provoca una reacción fuerte. Y en la fase ultraparadójica, en fin, es posible obtener una reacción por un estímulo “negativo”, esto es, por un estímulo al que las células cerebrales no reaccionan en estado de vigilia. […]

Svorad ve en la IP un antiguo mecanismo filogenético, el cual representa en los animales superiores una reacción atávica de conducta regresiva, cuando la relación del organismo con su medio no se realiza por el cortex, sino por centros reflejos subcorticales. La IP debe considerarse como una reacción patológica en los animales superiores y en el hombre. Es así, pues, un “modelo patológico” que puede facilitar el estudio de la histeria, de la catatonía e inclusive de las psicosis intermitentes.

[…]En el curso  de los experimentos efectuados por nosotros mismos con tres cobayos, observamos que uno de ellos se mostraba más “hipnotizable” que los otros dos. A juzgar por los temblores de su cuerpo, sensibles al tacto, teníamos la impresión de que era el más miedoso. Sin embargo, con este sujeto, Michel Fontaine, obtenía la inmovilización más rápida y más fácilmente que nosotros. Sin duda tiene más costumbre que nosotros de manejar los animales. O tal vez está mejor dotado, o tiene mayor aptitud.

Pero, ¿en qué consiste exactamente esta aptitud?. […]Precisa, pues, hacer intervenir un factor de simpatía, conocido, por lo demás desde siempre, entre los hombres y los animales. Por supuesto, esta simpatía se encuentra también en las relaciones entre humanos. Tiene componentes somáticos y psicológicos. […]En cuanto a los componentes somáticos, su estudio no ha progresado mucho desde las famosas especulaciones de Mesmer acerca del “magnetismo animal” (que han conducido por lo demás, de un modo bastante imprevisto, a través de Faria, Bertrand, Liébault, Bernheim y Freud, al advenimiento de la psicología relacional, con sus conceptos de sugestión primero y de transferencia luego) […]Así, por ejemplo, Kalogerakis ha estudiado recientemente, desde el punto de vista analítico, la olfación. Las cosas son distintas en el plano animal. Es posible que la hipnosis animal sea útil algún día en la objetivación de las bases somáticas de la “simpatía” entre los hombres y los animales y, en una perspectiva más lejana, entre los seres humanos mismos. […]

Vasiliev, fisiólogo muy conocido en la URSS. […]cree que existe un mediador físico mensurable en la comunicación extraverbal entre el hombre y su semejante (una especie de onda electromagnética). Este “radioenlace biológico”(se trata del título de uno de los libros publicados al respecto) existiría igualmente entre el hombre y el animal.

[…]

TEORÍAS EXPLICATIVAS  

Las explicaciones proporcionadas conceden el privilegio a tal o cual aspecto de los fenómenos: unas insisten en el aspecto emocional (miedo, sumisión), y otras en el aspecto neurofisiológico (reflejo tónico, inhibición cortical, inhibición paroxismal, etc.) […] Por otra parte, algunos se han preguntado cuál era el significado biológico de la hipnosis animal. Pavlov consideró que se trataba de una reacción adaptativa. Sería al parecer un reflejo de autoconservación de carácter inhibidor. […]Preyer atribuye el mismo significado a la “simulación de muerte” de los insectos. […]

Svorad declara que las “pruebas experimentales del significado ecológico de la hipnosis son raras”. […]

Se ha planteado, desde hace tiempo ya, la cuestión de las relaciones entre la hipnosis animal y la hipnosis humana. Es muy debatida. Para Pavlov, la primera se basa en el mismo mecanismo de inhibición cortical que la segunda. Freud, para quien el “estado hipnótico consiste en una especie de parálisis de la voluntad y de los movimientos”, añade que “esta particularidad nos aproxima a la hipnosis que se provoca en los animales por medio del terror”. Svorad admite la identidad fisiológica del IP y de la hipnosis humana, pero se niega a utilizar el término de hipnosis para los animales. Los dos estados son de carácter inhibidor, pero, en el animal, la inhibición empieza y termina en la zona subcortical, y no en la zona cortical, como en el hombre. Para Svorad, la hipnosis es un fenómeno humano, por el hecho de que se obtiene, las más de las veces, por medios verbales. 

Magnold se pronuncia en favor de la anatomía fisiológica de las dos hipnosis, pero mantiene una frontera demasiado rígida entre factores psíquicos y factores físicos. […]

[…]Recogiendo un punto de vista expuesto ya en 1944 por Kubie y Margolin [2], Gill y Brenman opinan que la hipnosis comprende dos factores, esto es la transferencia y los procesos sensoriomotores. Independientemente del contexto motivacional y relacional; la hipnosis comprende una parte importante de manipulación física, de restricción de la actividad sensoriomotriz e ideacional. El operador provoca la regresión por dos mecanismos simultáneos, de los que uno actúa sobre las pulsiones infantiles, en tanto que el otro reduce el campo sensoriomotriz e ideacional. […]

Cuando nos elevamos en la escala animal, a consecuencia de un desarrollo del psiquismo, los factores emocionales (que intervienen ya sin duda en forma elemental en los animales inferiores) desempeñan un papel cada vez mayor en la inducción de la hipnosis. Dicho esto, inclusive en el hombre, la restricción sensorial, en cuanto tal, sigue siendo importante. Así, pues, en todos los casos, un ser vivo necesita una corriente de intercambios con el mundo exterior, y si esta corriente es interrumpida o alterada, el ser en cuestión reacciona adoptando una actitud regresiva. Y esto es precisamente lo que se produce tanto en la hipnosis animal como en la hipnosis humana, y es en esta comunidad de situaciones en la que descansa la similitud fundamental de las dos formas de hipnosis.[…]

[1] Recordemos que Ferenczi ha descrito dos mecanismos que conducen a la hipnosis en el hombre: el temor (hipnosis paternal) y el amor (hipnosis maternal).

[2] Kubie y Margolin han intentado conciliar los puntos de vista fisiológico y psicológico en la explicación de la hipnosis, relacionando la interpretación pavloviana y la interpretación psicoanalítica. Han insistido en la distinción entre la inducción de la hipnosis y el estado hipnótico propiamente dicho.[…]

Autor: Henri Ey



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