La pseudo ciencia en la psiquiatría biológica

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Harry Wiener

La creencia de que la esquizofrenia es una enfermedad orgánica específica o un grupo de enfermedades cerebrales orgánicas nunca fue confirmada.  Estuvimos a punto de confirmarlo desde el surgimiento de la psiquiatría moderna, pero todavía no se ha podido confirmar.  Los descubrimientos recientes de los cambios electroencefalográficos ventriculares son irrelevantes a esta cuestión.  Todavía no hay una pista que diga hacia que dirección apunta la flecha de causa y efecto: ¿Los cambios cerebrales llevan a una esquizofrenia causada orgánicamente, o las disfunciones sociales de la esquizofrenia llevan a la atrofia cerebral del tipo de desuso?

Si, como tantos piensan, la esquizofrenia involucra formas inusuales de vivir, ambientes familiares tóxicos y etiquetamiento, ¿no es absurdo sugerir que estos eventos impredecibles pueden ser sujetos a las reglas rígidas de la predestinación genética?  Esto es lo que yo sugiero, y por eso llamo a este punto de vista “genética absurda” o “la genética de las condiciones absurdas”.

Mi objetivo es demostrar que, en teoría, es posible que la predisposición genética afecte la vulnerabilidad relativa de los diferentes grupos de poblaciones hacia los eventos desagradables que están claramente determinados por el destino. 

El Esquema más Absurdo:

La herencia de la falta de cortesía

Para poder avanzar sobre las aplicaciones del punto de vista que acabo de mencionar, permítanme empezar con la noción de que la falta de cortesía puede ser heredable.  Alvin Pam y Harry Wiener están de acuerdo en que esto no es absurdo. 

En un abstract de un estudio Danés sobre precursores de conducta del espectro de la esquizofrenia, Parnas, Schulsinger, Schulsinger, Mednick, y Teasdale dicen: “Los sujetos fueron descriptos como chicos descorteses”.  Los sujetos eran chicos de 15 años en promedio que eran considerados con alto riesgo de esquizofrenia, y que diez años más tarde fueron diagnosticados con esquizofrenia.  En el estudio los investigadores se basaban en observaciones de los padres para decir: “Los esquizofrénicos eran descriptos como niños descorteses, que correspondía a su conducta molesta escolar.”  Yo asumo que los investigadores concluyeron que existía una predisposición genética compartida entre la esquizofrenia y la descortesía, o que descortesía era un marcador social para la esquizofrenia. 

La noción de que la predisposición a la esquizofrenia es también una predisposición a la descortesía es bastante extraña, pero puedo demostrar como puede ser posible.  ¿Los niños eran descorteses hacia todos?  La investigación no contesta esta pregunta, pero de acuerdo al tenor del artículo podemos asumir que: no, solo lo eran hacia los investigadores y hacia los aliados de los padres, no lo eran entre ellos ni con la gente en general.  Entonces solo se sabe que hay un grupo especifico descortés con otro grupo.

Los niños y los investigadores pueden ser considerados como representantes de dos grupos poblacionales.  Yo utilizo las dos abreviaciones D y C, que corresponden a los dos tipos de personalidad de Liam Hudson: “divergente” y “convergente”.  En las investigaciones de Hudson sobre niños en la edad escolar, los convergentes tenían un compromiso con la acción práctica y les iba bien en pruebas de verdadero o falso; los divergentes evadían la acción práctica y les iba bien en pruebas con preguntas abiertas, donde su imaginación podía ser liberada.

Debemos notar que los niños pertenecen al grupo pensado como predispuesto a la esquizofrenia, y los investigadores pertenecen a un grupo predispuesto a ver a la esquizofrenia como una enfermedad organica/genética.  Por eso pienso que el grupo de niños es D (divergentes) y los investigadores son C (convergentes).  Estos grupos, solos, no son patológicos.  Estos dos grupos pueden ser considerados como tipos de personalidad normales.

Para discutir la descortesía, podemos ignorar todo lo que sabemos acerca de las características de personalidad que representan a estos grupos, excepto que se disgustan e irritan entre sí.  Esto es de interés personal para mí.  Hace veinticinco años escribí una nota que incluía lo siguiente (Wiener, 1966):

“Esquizofrenia… divide a los psiquiatras en dos culturas, los psicológicos (psicodinámicos) y los orgánicos (somáticos).  Cada grupo ignora al otro y desea que desaparezca.”

Si dos tipos de personas (convergentes vs. divergentes ; psiquiatras psicológicos vs. psiquiatras orgánicos; investigadores vs. niños) están en una situación simétrica, con igual poder y valor, entonces no podríamos decir nada más de la descortesía.  Pero la situación descripta en este caso es muy asimétrica.

La genética absurda de la descortesía depende en parte del contexto: si, como en este caso, figuras autoritarias y respetadas del tipo C vienen a inspeccionar especimenes de niños no respetados y sin poder del tipo D, los últimos tendrán una incentiva como para resistirse, disimular, resentir, no cooperar o ser descorteses.  Interesantemente, esto suena a desorden de oposición desafiante, un desorden psiquiátrico común en niños caracterizados en DSM-III como “desobedientes, negativistas, y oposición provocativa hacia figuras de autoridad” (Loeber, 1991).  Pero si la situación se revirtiera, me temo que la predisposición genética de la descortesía parecería residir con el tipo de personalidad C. 

Genética-entre versus genética-dentro

Si hay algo de realidad en la historia que acabo de contar, su importancia reside enteramente en la noción de que el impacto de la genética sobre cualquier característica social o de comportamiento (descortesía, en este caso) a veces no reside sobre personas individuales, pero sobre pares: díadas compuestas de una persona predispuesta a la esquizofrenia y otra persona predispuesta a las explicaciones genéticas de los problemas psiquiátricos.  Estoy de acuerdo con Pam de que la interpretación de la genética-dentro (intrapersonal) de la descortesía, el divorcio, la criminalidad y la esquizofrenia son verdaderamente absurdas. Pero las interpretaciones de la genética-entre (interpersonal) merecen una observación más detallada.

Esto afecta la noción de la tipología además de la genética.  La tipología-dentro, al tener cada tipólogo sus valores firmes y sus odios, me ha parecido una celebración del prejuicio.

La tipología-entre, por otro lado, requiere que los grupos opuestos o contrastantes sean vistos como asimétricos, con la disfunción y patología localizada no en alguno de los tipos de personalidad, pero en las interacciones negativas entre las organizaciones cognitivas diferentes.  También requiere que los términos usados para las distintas estructuras genéticas sean neutros, y que se basen en descripciones observables en vez de en mecanismos teóricos.  Ornstein (1973), un teórico, ha relacionado las polaridades antes mencionadas a las funciones cerebrales, argumentando que las operaciones del hemisferio izquierdo tienden a controlar las funciones imaginativas y verbales (el lado de “noche” de la conciencia), a diferencia de las funciones prácticas y mecánicas (el lado de “día” de la conciencia) controlados por el hemisferio derecho.  Pienso que esta terminología es usable, pero no existe evidencia observable para la relación entre la predominancia del hemisferio izquierdo y la función convergente. 

Malos matrimonios y otras posibles explicaciones de la tipología-dentro

Con respecto a la disfunción y el divorcio, cuando personas con grupo sanguíneo de tipo A y tipo B se juntan, ocurre una reacción severa.  Los estudios de grupo sanguíneo de pretransfusión están pensados para evitar estas disfunciones.¡ Pero no existen estudios de tipos de personalidad precasamiento!  Entonces, a veces pasa que personas con estructuras de personalidad muy diferentes se unen en matrimonio.  Estas son personas predispuestas a repelerse.  Algunos matrimonios disfuncionales involucran otras causas, pero algunos son el resultado de un apareo erróneo C vs. D (convergente vs. divergente).

¿Qué tienen que ver esto con la genética absurda del divorcio?  Asumamos que tenemos 15 por ciento de divergentes, 30 por ciento de convergentes y se forman pares al azar.  Asumamos también que los divergentes y convergentes están igualmente predispuestos a tener un buen o mal matrimonio.  Desafortunadamente, no están igualmente predispuestos a encontrarse con parejas de matrimonio que serán buenos o malos para ellos.  Se puede ver que la chance de que un divergente forme una díada hostil es de un 30 por ciento (la proporción de convergentes), mientras que la chance de que un convergente forme una díada hostil es solo del 15 por ciento.  La personalidad mas escasa de divergente es dos veces mas probable de tener un matrimonio disarmónico- solo porque es mas escaso, no porque sea disfuncional.  Los estudios genéticos podrán demostrar, tan absurdo como parece, que algunos grupos poblacionales tienen una mayor probabilidad de tener un divorcio que otros. 

El mismo tipo de razonamiento puede ser usado para sugerir una absurdo vinculo genético con condiciones de díadas o eventos tales como el alcoholismo, abuso infantil, criminalidad, esquizofrenia, estrés y suicidio.  Entraré en más detalle en el tema de la esquizofrenia. 

¿Cuál es la naturaleza de la predisposición a la esquizofrenia?

Leyendo los primeros intentos de los genetistas a principios del 1900, para probar la causa genética de la esquizofrenia, encuentro tres frases en común:

  1. Heredabilidad-la esquizofrenia es heredable.  Una afirmación entendible porque, por definición, un genetista está condicionado a encontrar soluciones genéticas a los problemas clínicos.  Sin embargo, en la práctica, los psiquiatras encontraron que esto es falso y tuvo que ser modificada a : “La predisposición a la esquizofrenia es heredable”.
  2. Genes Mendelianos-existen genes mendelianos simples, quizá uno o quizá varios, que producen la esquizofrenia.  El papel de los factores no genéticos puede ser ignorado.
  3. Tipos-de-genes vienen de a dos-existen dos formas (dos alelos o tipos-de-genes) de cada gen involucrados en la heredabilidad de la esquizofrenia.  Yo me referiré a estos alelos como un alelo que codifica para la predisposición a la esquizofrenia, y otro alelo que codifica para la predisposición a la normalidad

Los resultados de las investigaciones durante estos 80 años son claros e indisputables: nada ha salido de ellos excepto confusión total.  Conozco tres reacciones hacia esta falla: la respuesta ambientalista, la respuesta geneticista, y mi propia respuesta.

La respuesta ambientalista se basa en concluir que se les ha dado suficiente cuerda a los geneticistas/organicistas, y que la afirmación 1 es falsa.  La evidencia clínica para el impacto ambiental, particularmente familiar, en la etiología de la esquizofrenia apunta en esta dirección.

La respuesta geneticista se basa en concluir que la afirmación 2 se ha demostrado falsa: que el papel de los factores ambientales no puede ser ignorado y que ningún sistema mendeliano simple puede explicar la genética de la esquizofrenia; lo que ocurre es que la predisposición a la esquizofrenia es una mezcla compleja de elementos genéticos con un papel para los ambientales.  Por ejemplo, McGuffin (1989) dijo en un simposio internacional que aunque la esquizofrenia es sustancialmente genética en origen, la heredabilidad no sigue un patrón regular mendeliano.

Mi propia respuesta se basa en la falsedad de la afirmación 3, que hasta ahora nunca se cuestionó.  Sin importar que mecanismo es asumido por los genetistas trabajando en esquizofrenia, el contraste fue siempre entre un alelo normal y uno patológico.  Yo sospecho que son tres los alelos que intervienen. 

Múltiples alelos

Todos los trabajos genéticos de esquizofrenia recientes se basan en el modelo Mendeliano del 1900 con dos alelos, uno dominante y otro recesivo.  A partir de 1980 surge otro modelo Mendeliano con el estudio de los polimorfismos humanos.  Parece aparente que dos variantes alélicas son raras y que alelos múltiples son comunes (de 3 a 50 alelos).  A veces algunos alelos son codominantes, en vez de dominante vs. recesivo.  Y a veces (como yo creo es el caso de la esquizofrenia), las características son controladas por más de dos alelos.  Algunas aplicaciones ilustrativas:

El complejo mayor de histocompatibilidad : más de 50 alelos.

Fenilcetonuria: 10 o más alelos.

Debo ignorar mi creencia de que existen docenas de alelos que codifican para la predisposición a la esquizofrenia.  No puedo con la aritmética para 12, ni 4.  Solo se como manejarme con 3 alelos.  Pero eso solo puede ser muy iluminativo. 

¿Cuál es el tercer alelo?

Hasta ahora hemos descrito solo 2 de los 3 alelos: (1/3)-un alelo que codifica para la predisposición a la esquizofrenia-y (2/3) un alelo que codifica para la predisposición a la normalidad.

Ahora buscamos a (3/3)-un alelo que codifica para una predisposición todavía no especificada.  Creo que tenemos tres puntos de información suficientes como para sacar una conclusión viable del tipo de predisposición.

1. Los dos tipos comunes de personalidad han sido estudiados por muchos ángulos.  Un punto de vista era el de Ernst Kretschmer (1931).  Para él, un tipo era esquizotímico (normal, pero predispuesto a la esquizofrenia), el otro era ciclotímico (normal, pero predispuesto al desorden afectivo).  El tipo de personalidad que nosotros vemos como antiautoritario, del hemisferio derecho, “liberal” y divergente, él creía que estaba predispuesto a la esquizofrenia.  La personalidad que vemos como autoritario, “conservativo”, del hemisferio izquierdo, él creía que estaba predispuesto a MDD (enfermedad maniática depresiva).

De acuerdo a Kretschmer, podemos hipotisar que el alelo (1/3) corresponde a la personalidad normal predispuesta a la esquizofrenia, y que su contraparte, el alelo (3/3) corresponde a la personalidad normal predispuesta a MMD.  Los tres alelos, de acuerdo con esta hipótesis, pueden ser llamados: (1/3) un alelo que codifica para la predisposición a la esquizofrenia, correspondiente al divergente de Liam Hudson, que yo abrevio como D; (2/3)- un alelo que no codifica para la predisposición de esquizofrenia ni MMD, que yo abrevio como O; y (3/3)-un alelo que codifica para la predisposición a MMD, que corresponde al convergente de Hudson, y que yo abrevio con la letra C.

2.   Del ejemplo de la descortesía, podemos sospechar que los alelos (1/3) y (3/3) tienen una relación de antagonistas y hostíles.

3.Los ejemplos de multiples alelos están tomados de laboratorios y no de la oficina de un doctor.  Pero en la práctica clínica, hay solo un set de polimorfismos humanos para los cuales tenemos un modelo genético funcionante: los grupos sanguíneos y sus interacciones.  El primer sistema en ser estudiado fue el más simple y claro: el sistema de grupos sanguíneos ABO.  Tienen tres alelos, dos dominantes (A, B), y uno recesivo (O).

El sistema ABO es bueno como ejemplo estructural de un sistema de tres alelos.  Asi tenemos, O como análogo al grupo sanguineo O y a D análogo a ,por ejemplo, A.  Entonces, el tipo C (convergente) se hace análogo a B.  B (anti A) reacciona desfavorablemente con A en la sangre como ya he mencionado una reaccion antagónica entre convergentes y divergentes.  Por eso propongo que el elelo (3/3) también codifica para otro aspecto del tipo C, “predisposición a la antiesquizofrenia”-predisposición de iniciar reacciones esquizofrenicas en personas predispuestas a ellas.

Si, como yo, no creen que la esquizofrenia es un desorden genético, entonces se puede hablar de “predisposición condicional”  La predisposición condicional para desarrollar esquizopfrenia (tipo D) significa que en la presencia de un ambiente desfavorable (tipo C), hay mayor probabilidad de que ocurran enfermedades del tipo de la esquizofrenia.  Pero en la presencia de un ambiente humano favorable (tipo D), el tipo D también es una predisposición condicional a la creatividad.

Para resumir, los tres tipos de alelos involucrados en la esquizofrenia son : (1/3)-un alelo que codifica para tipo D, eso es predisposición a la creatividado o, dependiendo del contexto humano, predisposición a la esquizofrenia; (3/3)-un alelo que codifica para tipo C, eso es predisposición al desorden afectivo o, dependiendo del contexto humano, predisposición a la antiesquizofrenia; y (2/3)-un alelo que codifica para el tipo O, o sea ninguno de los anteriores (neutral). 

Influencia genética sugerida sobre la fidelidad política y otras actitudes sociales 

He logrado establecer una conexión desde genética-entre hasta disfunción social (descortesía), disfunción matrimonial (divorcio) y disfunción psicótica (esquizofrenia); podría entonces tomar una paso más hacia un territorio más absurdo: la genética de la disfunción política.

La fidelidad política no es, sospecho, una variable independiente.  La predisposición genética condicional no afecta como uno vota, pero puede determinar como es uno.  Una persona que nace como Liberal es un pensador potencialmente liberal (tipo D), pero no necesariamente un votante liberal.  Cada persona se desarrolla en un divergente/tipo D (Democrático), o un convergente/tipo C (Conservador), o en el medio de estos caminos (tipo O o tipo CD).  Los tipos de personalidad humanas difieren en todos los aspectos de las relaciones humanas, incluyendo la política.

Los dos estilos básicos de política han sido vinculados a otras características de interacción sorprendentes e interesantes.  Por ejemplo, la tolerancia hacia la ambigüedad: el divergente/liberal tiende a ver tonos de grises, el convergente/conservativo tiende a ver negro y blanco.  Esto se manifiesta en la filosofía, en la religión, en el arte y en los hábitos personales.

Otro ejemplo se basa en las características que corresponden a las relaciones.  Los divergentes (comunitarios) tienden a ser más probables de llorar, más explícitos verbalmente de sus sentimientos, más altruisticos, más prosociales, más inteligentes, menos belicosos, más aptos para voluntarios que los convergentes (solitarios)

Los dos tipos de personalidad-y-política (conservativo/tipo C/convergente y democrático/tipo D/divergente) pueden ser una división entre los humanos tan importante como la división en géneros (hombre y mujer).  Esto se debe a que la política involucra mucho más que la votación y las elecciones.  Es la forma de los humanos en la sociedad, el estilo de la relación entre los humanos. 

Los absurdos modelos que he usado en otras áreas pueden ser aplicados en este caso con una excepción importante.  En todos los ejemplos mencionados anteriormente-descortesía, divorcio, crimen, esquizofrenia-existe un contacto cara-a-cara entre los tipos opuestos de personalidad.  Cuando las polaridades políticas o sociales involucran un contacto cercano (microcultura: familias, trabajo, reuniones de comunidad), la regla permanece como antes: el polimorfismo en mayoría (el más común) tiene la ventaja.  Pero en la macrocultura, en la política, el contacto se basa más en papeles con palabras que en señales sociales cara-a-cara.  En este caso, se cumple lo contrario: el polimorfismo en minoría (más raro) tienen la ventaja. 

Resumen

Se sugiere que las influencias genéticas sobre la disfunción social y patología no actúa sobre individuos sino sobre pares de individuos.  Este punto de vista puede ayudar a explicar como la genética puede afectar tales condiciones absurdas como la descortesía, y como la esquizofrenia puede ser vista con ecuanimidad como una condición genética o ambiental.  Así, no se puede culpar al cuerpo de la víctima, ya que la genética no es destino.  Yo creo que el destino es una combinación entre la genética y el ambiente, o sea, el resultado de la interacción de los genes individuales con los genes de la contraparte de él o ella en el ambiente humano. 



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