Nikola Tesla, el genio de la electricidad

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Nikola Tesla. Energía gratuita para todos

«La ciencia no es más que perversión en sí misma a menos que tenga como objetivo último mejorar la humanidad». Estas palabras resumen la visión de Nikola Tesla, un hombre de figura enigmática, y un controvertido y comprometido visionario e inventor que se adelantó a su tiempo.

A los tres años, mientras acariciaba a su gato, a Tesla le sorprendió una lluvia de chispas y quiso saber cuál era el motivo

Con sólo 17 años, el joven Nikola enfermó gravemente de cólera y estuvo a punto de no recuperarse. Su padre le prometió que una vez restablecido le enviaría a la mejor escuela de ingeniería que hubiera, el deseo más fervoroso del joven. Tras recuperarse y entrar en el ejército, en 1875, Tesla comenzó sus estudios en la Universidad Politécnica de Graz, en Austria.

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La eterna lucha de Tesla y Edison

En su época de estudiante comenzó a gestar el propósito que le acompañaría para siempre: idear el modo en que la energía gratuita pudiese llegar a todo el mundo. En 1881 viajó a Viena, donde trabajó en la Compañía Nacional Telefónica. Finalmente, Tesla se trasladó a París, donde encontró trabajo en la Compañía Edison. Desde la capital francesa viajó hasta Nueva York en 1884 –el mismo año en que llegó también desde París la Estatua de la Libertad–. Una vez en la ciudad, Tesla acudió directamente a las oficinas del hombre que influiría definitivamente en su vida: Thomas Alva Edison. A él iba dirigida una carta de recomendación de Charles Batchelor, su último jefe en Europa, que rezaba: «Conozco a dos grandes hombres, y usted es uno de ellos. El otro es el joven portador de esta carta».

Tesla y Edison mantuvieron profundas diferencias. Edison era partidario de la corriente continua y Tesla, de la corriente alterna.

La «Guerra de las corrientes»

De hecho, la idea de Tesla era mejor, pero necesitaba a Edison para ponerla en práctica. Edison defendió su propia teoría a toda costa y de ninguna manera iba a permitir que un joven extranjero que acababa de llegar a la ciudad le arrebatase la fama e hiciese peligrar su imperio. Tesla se topó entonces con una salvaje campaña de difamación.

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Edison no quería poner en riesgo su fortuna por culpa de un «recién llegado». Por ello, el veterano inventor llegó a recorrer Estados Unidos con la intención de demostrar la peligrosidad de la corriente alterna, para lo cual no dudó en electrocutar animales (desde perros y gatos hasta un elefante) para desacreditar la propuesta de Tesla. También le negó el pago de los 50.000 dólares comprometidos en un primer momento con un comentario burlesco y esperpéntico: «Cuando llegues a ser un norteamericano cabal, estarás en condiciones de apreciar una buena broma yanqui».

Colaboración con Westinghouse

En 1886, Tesla fundó su propia compañía, la Tesla Electric Light & ManufacturingLos primeros inversores no estuvieron de acuerdo con sus planes para el desarrollo de un motor de corriente alterna y finalmente lo acabaron relevando de su puesto en la compañía. Pero Tesla no se dio por vencido y trabajó como obrero en Nueva York de 1886 a 1887 para poder sobrevivir y ganar dinero para su próximo proyecto. En 1887, construyó un motor de inducción sin escobillas, alimentado con corriente alterna,​ que presentó en el American Institute of Electrical Engineers (Instituto Americano de Ingenieros Eléctricos) en 1888. Ese mismo año desarrolló el principio de su bobina, y comenzó a trabajar con George Westinghouse en la Westinghouse Electric & Manufacturing Company’s en los laboratorios de Pittsburgh. Westinghouse escuchó con atención sus ideas sobre sistemas polifásicos, que podrían permitir la trasmisión de corriente alterna a larga distancia, y apostó por él.

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En 1893, Tesla trabajó con Westinghouse en el desarrollo de un proyecto para conseguir el suministro eléctrico a la ciudad de Bufalo aprovechando la fuerza de las aguas de las cataratas del río Niágara. En 1895, un incendio en el laboratorio de Tesla en Nueva York causó pérdidas incalculables a la ciencia, pues además del edificio se destruyeron todos sus proyectos. Pero nada podía con Tesla. En 1898, se presentó a la primera Exhibición Eléctrica que se realizó en el Madison Square Garden de Nueva York con un invento llamado «Teleautomaton». Se trataba de un bote en miniatura, controlado a distancia por radio. Tesla intentó vender su idea al ejército estadounidense, pero en aquel entonces la marina mostró poco interés. Tampoco constó como inventor del aparato. Este mérito se lo llevó el ingeniero español Leonardo Torres Quevedo, quien patentó en 1903 el «Telekino», que se consideró el primer aparato de radiocontrol de la Historia.

Tesla presentó en 1898 un invento llamado «Teleautomaton», un bote en miniatura controlado a distancia por radio

Problemas de patentes y muerte

Tesla también tuvo problemas con Marconi, a quien se atribuye el invento de la radio. Marconi ganó el premio Nobel en 1909 por este invento, aunque Tesla había patentado la idea en 1896. Pero la oficina de patentes dio marcha atrás y acabó otorgando a Marconi la patente del invento. Se habló mucho en la época sobre dicho cambio, que algunos atribuyeron a presiones económicas por parte de Marconi. Finalmente, en 1943 la Corte Suprema de Estados Unidos reconoció a Nikola Tesla poco antes de su muerte como el inventor de la radio y le devolvió la patente, que había estado en poder de Marconi hasta ese momento.

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Nikola Tesla murió solo el 7 de enero de 1943, en una habitación de hotel en Nueva York, a la edad de 86 años, de un infarto de miocardio. A su funeral, que se celebró en la catedral de San Juan el Divino, asistieron más de 2.000 personas que lloraron la pérdida de un auténtico genio. El gobierno de Estados Unidos, una vez que Nikola Tesla fue enterrado, intervino su despacho y requisó todos los documentos que contenían sus estudios e investigaciones, sin embargo, algunos no pudieron ser comprendidos ni descifrados puesto que Tesla guardaba la mayoría de sus ideas en su mente. Años más tarde, la familia de Nikola Tesla, a través de la embajada de Yugoslavia, logró recuperar parte del material incautado.

Tras la muerte de Tesla, el gobierno de Estados Unidos requisó todos los documentos de su despacho

Tesla es considerado por muchos como el mejor inventor del siglo XX. Su figura, un tanto maltratada por la historia, fue reivindicada posteriormente por movimientos contraculturales que descubrieron el legado de un hombre que se opuso a las normas establecidas y que vivió en un mundo que aún no estaba preparado para sus inventos. Desde el «rayo de la muerte», arma capaz de disparar haces de partículas, al «teslascopio», un invento que permitiría la comunicación con seres de otras galaxias, ya que Tesla estaba convencido de la existencia de seres inteligentes en otras dimensiones…

Hoy en día, la vida y la obra de Nikola Tesla se dan a conocer en el museo que lleva su nombre en Belgrado. Un lugar curioso e interesantísimo donde entender mejor la importancia de uno de los inventores más importantes de la historia.

Fuente: https://www.nationalgeographic.com.es/historia/nikola-tesla-genio-electricidad_14494/6



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